Prabhuji en Español
Para obtener más información sobre Prabhuji, visite: https://www.prabhuji.net/Prabhuji
Facebook: https://www.facebook.com/MysticAvadhuta/
Tienda: https://prabhujisgifts.com/
Youtube: https://www.youtube.com/c/Prabhuji108
Libros: https://prabhujisgifts.com/collections/books-in-spanish
David, Ben Yosef, Har-Zion, quien escribe bajo el seudónimo de Prabhuji, es místico avadhūta. En 2011, decidió retirarse de la sociedad y adoptar una vida eremítica de silencio y contemplación. Pasa sus días en soledad, escribiendo, pintando, orando y meditando.
Prabhuji no acepta el papel de una autoridad religiosa que, a lo largo de los años, la gente ha intentado atribuirle. Aunque muchos lo consideran un ser iluminado, Prabhuji no se presenta como un predicador, guía, coach, creador de contenido, persona influyente, preceptor, mentor, consejero, asesor, monitor, tutor, orientador, profesor, instructor, educador, iluminador, pedagogo, evangelista, rabino, posek halajá, sanador, terapeuta, satsanguista, psíquico, líder, médium, salvador o gurú. Se ha retirado de toda actividad pública y no ofrece sat-saṅgs, conferencias, reuniones, retiros, seminarios, encuentros, grupos de estudio o cursos.
Durante 15 años (1995-2010), Prabhuji aceptó las solicitudes de algunas personas que pidieron expresamente ser discípulos suyos. En el año 2010, tomó la irrevocable decisión de rechazar nuevas solicitudes. Objeta la religiosidad social, organizada y comunitaria. Su mensaje no promueve la espiritualidad colectiva, sino la búsqueda individual e interior.
Prabhuji no hace proselitismo. A través de sus declaraciones, no intenta persuadir, convencer o inducir a nadie a cambiar su perspectiva, filosofía o religión. Prabhuji no ofrece consejos, asesoría, guía, métodos de autoayuda ni técnicas de desarrollo físico o psicológico. Sus enseñanzas no otorgan soluciones a problemas materiales, económicos, psicológicos, amorosos, familiares, sociales o corporales. Prabhuji no promete milagros ni salvación espiritual. Solo habla de lo que le ocurrió. Prabhuji comparte propia experiencia fraternalmente sin intención de atraer discípulos, visitantes o seguidores. En la actualidad, escribe libros y ofrece charlas solo a los pocos discípulos y amigos que le acompañan.
Un grupo de discípulos y amigos contribuye voluntariamente a preservar la visión, mensaje y legado de Prabhuji para futuras generaciones. Según sus humildes posibilidades, cooperan en la distribución de sus libros, sitios web y videos de charlas impartidas a pequeños grupos de discípulos en el Ashram Prabhuji.
Un grupo de discípulos y amigos contribuye voluntariamente a preservar la visión, mensaje y legado de Prabhuji para futuras generaciones. Según sus humildes posibilidades, cooperan en la distribución de sus libros, sitios web y videos de charlas impartidas a pequeños grupos de discípulos en el Ashram Prabhuji.
Les rogamos a todos respetar su privacidad y no tratar de contactarse con él, por ningún medio, para pedir entrevistas, bendiciones, śaktipāta, iniciaciones o visitas personales.
Este podcast no es administrado por Prabhuji mismo, sino por algunos de sus discípulos y amigos, con el propósito de preservar su mensaje de sabiduría.
Advertencia:Las ideas expresadas por Prabhuji no deben ser consideradas un sustituto del consejo médico o de la ayuda profesional. Si la ayuda o el asesoramiento de un experto es necesaria, deben buscarse los servicios de un profesional competente.
Prabhuji en Español
Entre la acción y la inacción: el arte de vivir según el Tao
Dos textos fundamentales forman la base del taoísmo.
El primero es el Tao Te Ching, que significa el Libro del Camino y la virtud es atribuido a Lao Tsé.
Su nombre significa «viejo maestro».
Aborda reflexiones éticas y metafísicas, reflexiona sobre la vida en armonía con el flujo natural mediante principios claros y directos.
Dos textos fundamentales
forman la base del taoísmo.
El primero es el Tao Te Ching,
que significa el Libro del Camino
y la virtud
es atribuido a Lao Tsé.
Su nombre significa
«viejo maestro».
Aborda reflexiones éticas y metafísicas,
reflexiona sobre la vida
en armonía con el flujo natural
mediante principios claros y directos.
El segundo texto,
el «Zhuangzi» o «Chuang Tzŭ»,
tiene un estilo narrativo y poético.
Este último explora
el conocimiento
y las paradojas de la existencia.
Mientras uno establece fundamentos,
el otro desafía certezas
a través de metáforas.
En un capítulo que me parece
muy interesante del Tao
Te Ching de Lao-Tsé,
este plantea una de las paradojas
más complejas de la filosofía taoísta.
La relación entre la acción
y la inacción.
Me refiero al capítulo 43,
que dice textualmente
así en chino clásico:
Tiānxià zhī zhì róu,
chíchěng tiānxià zhī zhì jiān
«Lo más blando del mundo
vence a lo más duro.
La nada penetra donde no hay resquicio.
Por esto
conozco la utilidad de la no acción.
Enseñanza sin palabras.
Eficacia en la no acción.
Pocos en el mundo llegan a comprenderlo».
En esta sección de la obra
Lao Tze presenta
el concepto esencial del Tao.
Nos invita a reflexionar
sobre las complejidades del mundo
y la realidad.
El Tao,
por definición, es inefable
e inaprensible.
Escapa a nuestra total comprensión.
Sin embargo,
Lao-Tsé propone un sendero
para aproximarnos a este.
Es imposible descubrir el Tao
mediante acciones convencionales
o esfuerzos personales.
Lao-Tsé propone
la observación atenta.
La receptividad al entorno
y una introspección profunda.
La esencia
sólo se accede mediante la vía de la
no acción y el silencio interior.
¿Ahora,
qué significa realmente la no acción?
Esta enseñanza taoísta, aparentemente
paradójica o contradictoria,
no implica pasividad
ni indiferencia ante el mundo.
Según la Lao Tze,
la no acción
no es inactividad absoluta
ni un retiro de la vida.
La no acción es actuar sin forzar,
permitiendo que todo fluya
con naturalidad.
Lao Tze utiliza una metáfora muy poderosa
el agua,
al igual que el agua, suaviza
las rocas con su flujo sereno
y sin violencia,
la verdadera acción
no impone un orden artificial.
El agua se adapta
orgánicamente al curso natural
de los acontecimientos.
En lugar de forzar las circunstancias,
la no acción nos enseña a alinearnos
con la armonía del mundo.
Libres de las estructuras rígidas,
actuamos de manera fluida y espontánea,
sin obsesión por el control.
La auténtica sabiduría es la
capacidad de sintonizar con el mundo.
Más que dejar de actuar,
es estar presente
sin necesidad de intervenir.
El taoísmo
comparte enseñanzas con el budismo.
Por ejemplo, encontramos un concepto
afín a la no acción taoísta,
la vacuidad budista o el «sunyata».
Este principio explora
lo invisible, lo ausente,
aquello que permanece oculto más
allá de las formas.
Cuando Lao Tze menciona
el vacío en la rueda, la vasija
o la casa, no lo presenta como
como una carencia, como una falta.
Más bien lo muestra como como la base
que otorga propósito y utilidad.
Lo que parece vacío
contiene un potencial inmenso.
Aquí es donde la dualidad entre lo visible
y lo invisible
adquiere relevancia.
Lao-Tzé sugiere que
nuestra percepción se enfoca
en lo visible y accesible,
mientras que el verdadero valor,
a menudo se encuentra en lo imperceptible.
Este principio
de lo ausente
es un pilar esencial del Tao Te Ching.
La riqueza de la vida no proviene
solo de lo evidente.
Debemos cuestionar nuestra percepción
y expandir nuestra consciencia
para abarcar la totalidad que nos rodea.
En el taoísmo
la verdad no es fija ni estática,
ni tampoco absoluta.
Se despliega en el dinamismo
que no se puede ver o comprender
completamente.
El Ying y yang taoísta
representan dos fuerzas complementarias
que sustentan el equilibrio del universo
en una danza constante de interacción.
Estas fuerzas no son polaridades
en conflicto,
sino que son aspectos interdependientes
de una misma realidad.
Yin y Yang contrastan lo visible con
lo invisible,
lo tangible con lo intangible,
mostrando
que no se excluyen,
sino que se retroalimentan constantemente.
El yin
vinculado a lo oscuro, lo pasivo
y lo femenino, simboliza la muerte.
El yang asociado con lo luminoso,
lo activo y lo masculino,
representa la vida.
Estas fuerzas se complementan
y equilibran,
generando
y sustentando
todo lo que existe en el universo.
Lo fascinante
de estas enseñanzas
es que dentro de cada parte del Yin
hay una semilla del Yang y viceversa.
Esto demuestra que los opuestos
no están completamente
separados, divididos,
fragmentados,
en lo oscuro habita lo luminoso.
En lo femenino está lo masculino.
En la muerte yace la semilla de la vida.
Este principio
trasciende las grandes fuerzas cósmicas
y tiene profundas implicaciones
en nuestra vida diaria.
La vida y la muerte
están intrínsicamente ligadas.
Al igual que el yin y el yang
que se interrelacionan
y se sostienen mutuamente.
Comprender la luz requiere aceptar
la oscuridad, comprender lo activo,
implica entender lo pasivo.
Comprender la vida exige reflexionar
sobre la muerte.
Este enfoque
busca trascender visiones
reduccionistas del mundo,
ya que la realidad es más
compleja y multifacética
de lo que nuestros sentidos
pueden percibir.
El taoísmo
nos guía a mirar
tras las apariencias
y comprender que la verdad
no es fija ni absoluta.
Es un proceso dinámico que emerge
de la interacción
constante de los opuestos.
Al armonizar con estos flujos
alcanzamos una paz interna
conectada con el Tao.
Como Lao Tze dice en sus enseñanzas,
la vida no es un camino recto,
sino un flujo continuo
que se despliega más
allá de nuestra comprensión.
La verdadera sabiduría
está en la aceptación
de lo que no se puede controlar
y en la serenidad
de estar en sintonía con el Tao.
En el fluir del Tao
el equilibrio se encuentra
en la aceptación serena de lo que es,
no en la lucha.
En la aparente contradicción
entre vida y muerte,
día y noche,
inhalación y exhalación,
lo activo y lo pasivo,
descubrimos una verdad
que supera nuestras categorías limitadas.
El Tao no es un camino recto
ni un concepto que pueda atraparse
con la mente.
Es un proceso continuo,
un flujo que nos lleva
a soltar el control
y dejarnos guiar por el curso natural
de las cosas.
Al soltar expectativas
y la necesidad de imponer,
descubrimos que la sabiduría auténtica
está en la quietud.
Como el agua que suaviza la roca,
nuestras vidas se transforman
sin esfuerzo,
sino si nos adaptamos
al flujo natural del universo.
No busquemos respuestas definitivas
ni verdades absolutas.
La verdad es como la vida no es un fin,
es un proceso que se revela
en cada respiro y momento de reflexión.
La grandeza
no reside en los logros,
yace en la habilidad
de fluir con la corriente,
de integrarnos en la armonía
que nos envuelve
sin intentar controlarla o dominarla.
El Tao nos muestra
que el vacío no es carencia, no es falta.
Es la esencia que permite
que todo funcione.
En la ausencia de control
y en la quietud del ser,
hallamos la verdadera libertad.
Es en este espacio entre la acción
y la inacción, entre el ser y el no ser,
donde encontramos el propósito
de nuestra existencia.
Al final
importa ser,
no buscar.
Ser en el Tao.
Dejemos que el flujo eterno nos guía
como el agua
que abraza y moldea la roca con suavidad.
Ser en el Tao es
respirar con la brisa que mueve las hojas,
danzar con el cambio
y abrazar cada instante como único,
no existe camino ni meta,
solo el latido del universo
resonando en nosotros.
En la quietud y el movimiento,
en la plenitud del presente,
ya somos
todo lo que necesitamos ser.